Para hacer frente a cualquier episodio estresante una persona debe cambiar la situación o cambiar su reacción. Cuando se elige la opción que funcionaría mejor para una situación particular, puede resultar beneficioso recordar las cuatro claves de la gestión del estrés:
-
Evitar el estrés innecesario
-
Modificar la situación
-
Adaptarse al estresor
-
Aceptar lo que no se puede cambiar