Esto es lo que puede hacer para ayudar:
Hablar: esté disponible para conversaciones abiertas y honestas sobre el VIH. Acompañe a la persona diagnosticada con VIH. No siempre querrá hablar de ello, o tal vez no esté preparada. Podría querer relacionarse con usted del mismo modo en el que lo hacía antes del diagnóstico. Muéstrele que le ve como la misma persona y que es algo más que su diagnóstico.
Escuchar: escuche a las personas que le importan y ofrézcales su apoyo. Transmítales que el VIH es una enfermedad manejable. Hay medicinas que pueden tratar el VIH y ayudarles a permanecer sanos.
Aprender: edúquese sobre el VIH; qué es, cómo se transmite, cómo se trata, cómo se puede estar sano con el virus. Tener un conocimiento sólido del VIH es un gran paso hacia el apoyo a las personas que le importan, pero recuerde que su amigo o familiar puede no querer la información inmediatamente.
Animar al tratamiento: Algunas personas que han sido recientemente diagnosticadas pueden encontrar difícil dar el primer paso hacia el tratamiento del VIH. Su apoyo y asistencia puede ser útil. Buscando atención médica pronto, empezando el tratamiento, tomando la medicación y llevando revisiones, las personas con VIH pueden mantener al virus bajo control e impedir que el VIH progrese hasta el SIDA. Anime a su amigo o familiar a ver al médico y empezar el tratamiento lo antes posible.
Apoyar el seguimiento de la medicación: Es importante que las personas con VIH tomen su medicación cada día, exactamente como se les ha indicado. Pregúntele a su amigo o familiar qué puede hacer para ayudarle a establecer una rutina de medicación y mantenerla.
Buscar apoyo: Cuídese y busque apoyo si lo necesita. Comparta sus preguntas, preocupaciones o ansiedades de modo que la persona que ha sido diagnosticada pueda ocuparse de su propia salud.