Los síntomas de una reacción alérgica varían dependiendo del desencadenante y de cómo se ha expuesto a él. Por ejemplo, una alergia nasal se produce cuando se inhala un desencadenante y tiene los siguientes síntomas comunes: Estornudos, picor y secreción nasal, picor y lagrimeo en los ojos, sentirse cansado o enfermo.
Una alergia cutánea está causada por algo que entra en contacto con la piel y generalmente se identifica a través de erupciones y manchas rojas (urticaria). Si le pica un insecto, puede experimentar enrojecimiento, hinchazón y dolor localizado.
Si usted ha ingerido un desencadenante, puede causar una alergia a los alimentos que puede provocar diarrea, calambres abdominales y vómitos.
Los síntomas y su gravedad varían de una persona a otra. Para algunas personas, las alergias pueden ser extremadamente graves y potencialmente mortales, por lo que requieren una intervención médica inmediata.