Enfermedad de Alzheimer severa
En la fase final, las personas pierden la habilidad a responder a los estímulos del entorno, mantener una conversación y finalmente, controlar sus movimientos. Aunque puedan seguir diciendo palabras o frases, expresar el dolor se vuelve difícil.
Mientras que la memoria y las habilidades cognitivas siguen empeorando, se pueden producir los cambios de personalidad más significativos, por lo que las personas necesitarán ayuda continua con actividades diarias.