Tratamientos farmacológicos: Hay tratamientos farmacológicos para la enfermedad de Alzheimer que pueden aliviar los síntomas temporalmente, o aminorar su avance. La medicación puede reducir la ansiedad, ayudar con los problemas de memoria, mejorar la concentración y motivación y ayudar con aspectos de la vida diaria como cocinar, comprar o aficiones. Su función es la de aumentar los niveles de algunos químicos encargados de transportar mensajes en el cerebro.
Las personas en fases moderadas o severas de la enfermedad de Alzheimer pueden disponer de otro tipo de medicamento: memantina. Esto también ayuda a mejorar habilidades mentales (como la orientación) y la vida diaria, así como a reducir comportamientos nerviosos o delirantes.