Fumar, vapear, usar cigarrillos electrónicos y ser fumador pasivo: Fumar es la causa principal de muchas enfermedades respiratorias crónicas, especialmente EPOC y enfisema.
Contaminación del aire en interiores: Causada por la presencia de moho, humedad, humo de tabaco, humo generado al cocinar o procedente de combustibles para calefacción o la quema de madera.
Contaminación ambiental: La contaminación del aire proveniente de emisiones de automóviles, polvos y productos químicos en el medio laboral y la quema de combustibles fósiles pueden irritar el tracto respiratorio y contribuir a la aparición de enfermedades respiratorias crónicas.
Peligros en el medio laboral como, por ejemplo, polvo, productos químicos y gases: Trabajar en sectores como la construcción, la minería y la agricultura puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades respiratorias crónicas.
Pesar poco al nacer, una mala alimentación o infecciones respiratorias agudas en los primeros años de la niñez pueden contribuir al desarrollo de enfermedades respiratorias crónicas.
Alergias: Alérgenos tales como el polen, el moho y la caspa de animales pueden agravar las enfermedades respiratorias crónicas. Las reacciones alérgicas pueden dar lugar a la inflamación crónica de las vías respiratorias y síntomas respiratorios persistentes.