La acupuntura es un tratamiento derivado de la antigua medicina china y es una de las terapias alternativas más usadas. Consiste en insertar agujas finas en puntos del cuerpo determinados. La estimulación de dichos puntos por parte del acupunturista promueve la salud al desbloquear el Qi estancado (fuerza vital) y favorecer la circulación de la sangre. Cuando el Qi no fluye libremente a través del cuerpo, puede desencadenar múltiples patologías como dolor, infertilidad, trastornos digestivos, estrés, depresión, migraña y mucho más. La acupuntura puede aliviar estas afecciones, así como evitar la evolución de los síntomas hacia una enfermedad más grave.
Según la ciencia, los puntos de acupuntura se corresponden con las vías nerviosas del cuerpo y la inserción de agujas en estos puntos da lugar a la liberación de los analgésicos naturales del cuerpo, similares a los opiáceos. La acupuntura se suele emplear como terapia alternativa junto con terapias occidentales como quimioterapia, cirugía, diálisis y gestión del dolor.
Un acupunturista registrado y profesional a menudo dispondrá de otras herramientas complementarias a su práctica, como la terapia con ventosas (distribución de copas sobre el cuerpo para favorecer el movimiento del Qi estancado), hierbas, la terapia LED (uso de longitudes de onda de luz infrarroja) y la electroacupuntura (donde se pasa una pequeña corriente eléctrica entre pares de agujas de acupuntura).
Un tratamiento dura en general una hora, es relativamente indoloro e induce un estado de profunda relajación.