Precalentar la parrilla a fuego medio.
Lavar y cortar los tallos de espárragos en trozos de una pulgada de largo.
Llevar a ebullición una olla de agua salada y cocinar los espárragos durante 2 minutos aproximadamente, hasta que se ablanden, aunque no del todo.
Batir los huevos juntos en un cuenco y, a continuación, añadir el queso desmenuzado. Condimentar bien y dejar aparte.
Calentar un poco el aceite de oliva en una sartén apta para horno. Saltear cebolla finamente picada y ajo picado durante un minuto o dos hasta que se ablanden: ten cuidado de que no se quemen.
Añadir los espárragos a la sartén, distribuyéndolos de manera uniforme, y, después, verter por encima la mezcla de huevo. Dejar que se cocine entre 3 y 4 minutos hasta que los bordes se endurezcan, pero sin que se peguen a la sartén.
Esparcir las semillas de calabaza por encima y cambiar toda la sartén a una parrilla y cocinar a fuego lento durante 4 minutos más, aproximadamente, hasta que el huevo haya cuajado y el queso empiece a dorarse.
Servir cortada en rodajas, espolvoreada con perejil fresco o un poco de guindilla si lo deseas.