Verter el aceite de oliva en una cacerola grande de fondo grueso y llevar a fuego medio. Añadir la cebolla, la zanahoria, el apio y la hoja de laurel, y cocinar hasta que se ablanden, alrededor de 8 minutos.
Incorporar el jengibre, la cúrcuma y el ajo, y cocinar durante cinco minutos adicionales, teniendo cuidado de que no se peguen al fondo.
Verter el caldo, mezclar bien y llevar a ebullición.
Bajar el fuego y hervir a fuego lento entre 15 y 20 minutos hasta que todas las verduras queden blandas y tiernas.
Retirar la hoja de laurel y dejar que se enfríe la sopa durante diez minutos antes de mezclar con un robot de cocina o una batidora de mano. Puedes elegir entre una consistencia suave o rugosa, según lo que más te guste.
Calentar de nuevo para que vuelva a tener la temperatura de consumo y echar la sopa en cuencos.
Echar por encima la guarnición que queramos, ya sea crema fresca, cilantro, chiles o todo.