Algunos estudios científicos han revelado que tener una mascota reduce el riesgo de un ataque al corazón. Eso se debe a que los dueños de mascotas tienden a tener niveles más bajos de tensión arterial, colesterol y triglicéridos que las personas que no tienen mascota. Además, tener una mascota también disminuye los niveles de estrés, otro factor de la salud cardiovascular.
Un estudio reveló que los pacientes que han sufrido un ataque al corazón con mascotas viven más que aquellos que no las tienen. Otro estudio ha revelado que, un año después de un ataque al corazón, la tasa de supervivencia de los dueños de perros era significativamente mejor que la de aquellas víctimas de ataques al corazón sin mascota. Además, los dueños de perros tenían 8,6 veces más posibilidades de seguir vivos un año después de haber sufrido un ataque al corazón que las personas que no tenían perro.