No te dejes engañar por los reclamos de *las etiquetas *
Comprueba cuántas porciones contiene el producto y, después, cuántas comes. Los tamaños de las porciones no son una recomendación de cuánto debes comer (eso depende de ti). Si la cantidad que comes es superior o inferior al tamaño de la porción indicado, tu ingesta de calorías y nutrientes cambiará en consecuencia, por lo que debes hacer los cálculos correspondientes. Por ejemplo, si comes dos porciones, multiplica las calorías y los nutrientes por dos.
Uno de los mejores consejos es no hacer ningún caso a los reclamos que aparecen en la parte frontal de los envases. Las etiquetas frontales a menudo tratan de tentar a los consumidores para que compren los productos utilizando la salud como reclamo. Aunque el reclamo puede ser cierto, a veces puede desorientar. Lo que muchos piensan que son reclamos de salud, en realidad son solo anuncios y trucos de marketing. Y reclamos aprobados por el gobierno como "bajo en grasas" y "ligero" a menudo no muestran la imagen completa. Estos productos pueden ser ricos en grasas, azúcar, sal o calorías. Comprueba siempre el panel de información nutricional para ver si el producto en sí es una opción saludable para ti.
Bajo en grasas: algunos productos afirman ser "bajos en grasas", pero este reclamo no significa que el alimento sea la opción más saludable. Los alimentos "bajos en grasas" pueden tener más azúcar.
Bajo en azúcar: los alimentos bajos en azúcar pueden tener más grasas y otros ingredientes similares al azúcar, como sirope, glucosa, miel, etc.
Sin azúcares añadidos: esto significa sin azúcares añadidos adicionales. Una etiqueta también puede indicar “Sin azúcares añadidos” en la parte frontal y que el producto, sin embargo, sea rico en sodio.
Contiene grano entero: esto solo significa que algún aspecto del alimento y no todo el producto contiene grano entero.
Libre de colesterol: un producto puede estar libre totalmente de colesterol y aún así contener grasas.
Ligero o bajo en calorías: es posible que esto solo signifique que el alimento es ligero en cuanto al color, el sabor o la textura. Aún debes comprobar el contenido en grasas en el panel de información nutricional.
Horneado, no frito: estos productos todavía podrían estar rociados o recubiertos con grasa antes de cocinarse, lo que los hace ricos en grasas. Lo mejor es comprobar el contenido en grasas.
Datos interesantes
Según algunos estudios, etiquetas como "bajo en grasas" y "sin gluten" harán que la mayoría de los consumidores coman más ese producto porque, en sus mentes, es más saludable y bajo en calorías.