La legislación de la UE se ha asegurado de que a todos los aditivos alimentarios se les asigne un número "E". Para los fabricantes, esto significa que no necesitan poner una lista de ingredientes larga en las etiquetas de sus productos. En su lugar, usan números E. Los aditivos alimentarios son sustancias añadidas a propósito a los productos para realizar determinadas funciones tecnológicas (por ejemplo, colorear, endulzar o conservar).
Los números E suelen considerarse potencialmente perjudiciales, pero no siempre es así. Por ejemplo, E101 es el número E de la vitamina B12, que puede actuar como agente colorante. E310, E311 y E312 engloban los galatos, que son antioxidantes y son potencialmente perjudiciales.
Los conservantes prolongan la vida útil de los alimentos, evitando el crecimiento de microorganismos como el moho. Muchos conservantes son peligrosos en dosis altas, por lo que, aunque en un alimento no representan ningún peligro, si están presentes en muchos alimentos que vayas a consumir, sí pueden suponer un riesgo. Otros como el vinagre no son perjudiciales en absoluto.
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