¿Cuáles son
los síntomas de la
perimenopausia?

Existe un espectro de síntomas de la perimenopausia muy amplio que puede variar tanto en intensidad como en frecuencia. Aunque algunas mujeres tienen solo unos pocos síntomas molestos o no tienen mayor problema con la perimenopausia, a otras sus síntomas les condicionan su vida diaria. La disminución de la producción de estrógeno durante la perimenopausia puede causar síntomas tanto físicos como mentales. Puede que no experimentes ninguno o que tengas todos o algunos de los síntomas que se enumeran a continuación.

Síntomas físicos

Cambios en tu ciclo menstrual: Normalmente, la primera señal de la perimenopausia es un cambio en el patrón de tus períodos. A medida que la ovulación se ralentiza, tu ciclo menstrual se volverá irregular. Puedes empezar a tener períodos inusualmente leves o abundantes. La frecuencia de tus períodos también puede verse afectada. Puede que tengas uno cada dos o tres semanas, o no tener ninguno durante meses seguidos. Por último, dejarás de tener períodos definitivamente.

Sofocos: Los sofocos, científicamente llamados síntomas vasomotores, son los síntomas distintivos de la perimenopausia. Un sofoco es una sensación breve y repentina de calor intenso, normalmente en la cara, cuello y pecho. Tu cara, cuello y pecho también pueden enrojecerse, puedes tener palpitaciones y transpirar mucho. Una vez pasado el sofoco, es posible que sientas frío y tengas escalofríos. Hay mujeres que experimentan un par de sofocos a la semana, mientras que otras pueden tener 10 o más sofocos intensos al día. También pueden producirse en cualquier momento, provocando incomodidad y, en ocasiones, vergüenza en situaciones sociales.

Dato interesante

Según las investigaciones, más del 80% de las mujeres experimentan sofocos durante la perimenopausia. La causa de los sofocos y los sudores nocturnos no se comprende completamente, pero se piensa que está relacionada con cambios en el hipotálamo, que regula la temperatura corporal.

Atrofia vaginal: Los niveles bajos de estrógeno hacen que el tejido vaginal pierda elasticidad y volumen. La atrofia vaginal causa sequedad, dolor, irritación y sangrado después del sexo.
Incontinencia urinaria: Los cambios durante la perimenopausia debilitan los músculos de la vagina y el tracto urinario. Esto puede causar incontinencia por estrés o pérdidas de orina al estornudar, reír, toser, hacer ejercicio o cargar objetos pesados.
ITU recurrentes: Tienes un mayor riesgo de padecer infecciones del tracto urinario, ya que la perimenopausia puede causar sequedad, irritación o inflamación en tu uretra. Además, pueden producirse infecciones vaginales de forma más frecuente, ya que tu vagina se seca más y pierde volumen.
Dolor de articulaciones: Más del 70% de las mujeres experimentan dolores y molestias articulares y musculares durante la perimenopausia. A un 25% de ellas, según un estudio reciente, les resulta debilitante. Los niveles bajos de estrógeno pueden hacer que sientas rigidez y dolor en muchas de tus articulaciones.

Sudores nocturnos: Muchas mujeres se despiertan varias veces durante la noche con mucho sudor, a veces tan empapadas que tienen que cambiarse de ropa y poner otras sábanas, razón por la que gran parte de las mujeres perimenopáusicas afirman sufrir fatiga.
Pérdida de densidad ósea: A medida que los niveles de estrógeno disminuyen durante la perimenopausia, las mujeres tienen un mayor riesgo de padecer osteoporosis, una afección en la que los huesos se vuelven frágiles y más susceptibles a las fracturas. 
Cambios en el cabello, la piel y las uñas: A medida que caen tus niveles de estrógeno, puedes notar flacidez en la piel. Los cambios hormonales también pueden hacer que la piel se seque, el cabello se debilite y las uñas se quiebren con mayor facilidad.

Síntomas mentales

Cambios de humor: La perimenopausia puede causar cambios de humor, irritabilidad, ira, depresión y ansiedad. Los cambios hormonales y la dificultad para dormir pueden contribuir a estos problemas. También puede entrar en juego el modo en que te hace sentir la menopausia. Por ejemplo, el malestar por la baja libido o el fin de la fertilidad pueden contribuir a la depresión durante esta etapa.
Molestias en el sueño: Es habitual tener dificultades para conciliar o mantener el sueño debido a los cambios hormonales, lo que hace que estés cansada e irritable durante el día. Los sudores o sofocos nocturnos también pueden alterar tu sueño durante la perimenopausia.
Cambios cognitivos y de memoria: Muchas mujeres notan que les cuesta concentrarse durante la perimenopausia. A esto a menudo se le llama "confusión mental". Las molestias en el sueño también pueden contribuir a que se te olviden cosas y a la falta de claridad mental.