El período de incubación del sarampión (el tiempo entre la exposición a una enfermedad y el inicio de los síntomas) normalmente es de una a dos semanas. Transcurrido ese tiempo, los síntomas se desarrollan en etapas y duran unos diez días en total. La recuperación también avanza en etapas.
Los primeros síntomas del sarampión son similares a los de otros virus comunes. Entre ellos se incluyen fiebre, tos, secreción nasal y ojos rojos. Varios días después del comienzo de los síntomas, en el interior de la boca aparecen unas pequeñas manchas blancas características y un sarpullido facial que se extiende al resto del cuerpo.